El Descenso con cuerda RAPPEL



El descenso con cuerda, más conocido por Rappel, consiste en deslizar el cuerpo por una cuerda manteniendo bajo control la velocidad de descenso por medio del roce con dicha cuerda. Esta técnica permite realizar descensos, caídas verticales o incluso vacíos.
Hay que tener en cuenta muchos aspectos relativos a la seguridad y a la diversidad de técnicas existentes, para llegar a tener una visión de conjunto sobre este método de bajada no exento de riesgos.



El Rappel es utilizado por los expertos como método de descenso en los lugares en los que es materialmente imposible hacerlo a pié, todos los diferentes métodos de descenso en Rappel exigen un anclaje muy resistente a través del cual se coloca una cuerda doblada por la mitad, para así poder recuperarla tirando de uno de los extremos. Existen ocho variantes de esta técnica, vamos a describir brevemente algunas de ellas:

El Rappel de Brazo: para utilizar en paredes de poca verticalidad, la cuerda se sostiene sobre el hombro, para pasarla alrededor de los brazos extendidos, controlando de esta forma la velocidad de descenso.

El Rappel Dulfer o Español: el alpinista se coloca frente al anclaje, se pone la cuerda entre dos las piernas y la pasa alrededor de la cadera, de forma que cruce el pecho hasta el hombro contrario, dejando después caer la cuerda por la espalda, una mano efectuará de freno y la otra ayudará a mantener la posición vertical.

El Rappel Comichi: muy parecido al Español, con la diferencia de que la cuerda no pasa por el muslo del alpinista, sino a través de un mosquetón del arnés.




El Rappel con Ocho: es la modalidad más utilizada, y la más segura, consiste en pasar una cuerda por el agujero más grande del aparato, y por encima del extremo del agujero de menor tamaño, este se sujeta al mosquetón del arnés.



Las normas de seguridad en la utilización de este conjunto de técnicas que componen el Rappel, comportan mantener un alto nivel de atención, especialmente con respecto al cabello, barba, pelo suelto, mochilas abiertas, bolsillos muy llenos, cordones de las botas, y en general todo aquello que pueda ser susceptible de enredarse en el descenso. Al iniciar un descenso en Rappel, tenemos que revisar de forma detenida la cuerda que vamos a utilizar, y verificar así mismo, cada uno de los sistemas de anclaje, uniéndolos con un nudo Prusik a la cuerda, teniendo siempre en cuenta que todas las medidas de seguridad y revisión que adoptemos nunca nos van a sobrar.
 

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